Ponerse las pilas

Llevo ya más de un mes sin subir nada a la bitácora. La verdad es que ha sido un mes muy intenso, no significa que no haya estado ocupado, de hecho he leído bastante aunque en plan compulsivo y saltando de un libro a otro. Para demostrarlo esta la lista de lecturas que aparece a la derecha de esta página. Y no aparece todo lo que estoy leyendo. Voy a comentar en resumen los libros que tengo empezados o que he acabado.

A principios del mes de Abril mi control de lecturas estaba más o menos compensado, acababa de terminar Midnight Tides y como siempre estoy leyendo algún que otro libro en versión original decidí escoger House of Leaves que todavía no he acabado. Una novela de terror con casas encantadas como temática central, trata principalmente de las vivencias de la familia Navidson cuando se trasladan a su nuevo hogar, y en el que pronto empiezan a suceder situaciones extrañas. Pero el libro es mucho más, porque la estructura es de historias dentro de historias, complicada además por la estructura de los capítulos y extensísimas notas a pie de página (que tengo que reconocer que me estoy saltando). Primero la historia de la casa encantada se encuentra contenida en un ensayo llamado The Navidson Record escrito por Zampnò (uno de los personajes de la novela) y encontrada por un tal Johnny Truant (el que ha escrito las notas) en el apartamento de Zampanò. La estructura de los capítulos se convierte en un auténtico desafio a medida que la lectura avanza. Ahora mismo me encuentro encallado en el capítulo nueve, apenas 100 páginas recorridas y en el aparecen recuadros superpuestos al texto principal en plan viñetas de comics, no se todavía como encarar la lectura, ya se me ocurrirá algo.

Mientras leía el House of Leaves me llego el paquete que estaba esperando de Amazon y que contenía un ensayo sobre fantasía épica (desgraciadamente es de los años 80 y no esta demasiado actualizado) escrito por Michael Moorcock, uno de los problemas que le veo al ensayo es que pienso que el autor debe considerar que cualquier novela que tenga más de 300 páginas y que pertenezca a una saga ya no puede considerarse una historia de calidad, por lo que deja fuera de sus comentarios a los últimos éxitos en el género que están apareciendo, o lo mismo es que definitivamente Moorcock y yo no coincidimos en gustos porque aunque en todas las reseñas que he leído sobre el ensayo la ponen como imprescindible a mi me parece que es bastante del montón. También es verdad que lo que he leído (o intentado) de Michael Moorcock (su ciclo del campeón eterno) casi me produjo arcadas.

Junto con el ensayo también se incluía la novela Troll: A love history escrita por la finlandesa Johanna Sinisalo y traducida al inglés, no voy a comentar nada de ella (señor Vandermeer, no pienso volver a hacerle caso a ninguna de sus reseñas).

Y tengo a la espera Cloud Atlas de David Mitchell finalista al premio Booker, espero que ese libro sí sea mejor pues si no mi último pedido habrá sido un auténtico fracaso.

Poco después de terminar Gormenghast he comenzado Evolución de Stephen Baxter este libro si me esta gustando muchísimo aunque le pondría una pega aunque sea solo a nivel de edición ¡¿Por qué tiene que tener una letra tan pequeña?!, a mi que soy de “vista cansada” me esta costando horrores leerla.

Comencé casi al mismo tiempo el libro Camelot de T.H. White (The Once and Future King) el primer libro es La espada en la piedra cuenta la historia del joven Arturo antes de convertirse en rey de Inglaterra, todo relatado con muy buen humor lleno de animales parlantes. Me encanta. No es de extrañar que Disney decidiera hacer una versión de dibujos animados con Merlín el encantador. Justo después de acabarlo he comenzado el libro dos La reina del aire y las tinieblas.

También fuera de la lista estoy releyendo el maravilloso Bridge of Birds de Barry Hughart, premio World Fantasy en el año 84 compartido con Bosque Mitago. Se trata de una historia mágica de detectives ambientada en la antigua china. De verdad, animo a todos a que os consigáis una copia en versión original (se puede encontrar fácilmente en Amazon.com a precio muy asequible). Se encuentra en mi lista de las 10 mejores novelas de fantasía que he leído en mi vida.

El número 1 de esa lista lo ocupa sin ninguna duda (y no creo que nunca ninguna otra novela la supere) Pequeño, Grande de John Crowley que por cierto, también he leído recientemente, quiero dar las gracias a Nacho, pues fue el puesto número 1 en su ranking de novelas en Cyberdark lo que me hizo buscar este libro.

¿Por qué me gusta Crowley?, primero, por su belleza estilística es difícil de superar, segundo, por la forma en la que despliega las tramas en sus novelas siempre con pasos muy sutiles y en los que tienes que estar atento para detectar los detalles, tercero, por la cotidiano de los personajes que hace que sea fácil identificarse con ellos. Quién no ha pensado en los deseos del mismo modo que piensa Pierce Moffet en Ægypto, coño, yo lo he hecho en algún momento. Y además siguiendo los mismos razonamientos. O el personaje de Fumo Barnable en Pequeño, Grande, yo al igual que el, me he sentido anónimo en algún momento de mi vida. Y que decir de los personajes femeninos, juro que al igual que Fumo, yo también me enamore de Llana Alice en cuanto la ví aparecer en las escaleras que bajaban al retrete en la casa de George Ratón. O de Sophie, la hermana de Alice de la que quede encandilado cuando ella contempla a escondidas a su hermana recién casada. Hasta sus personajes infantiles son deliciosos Lila en Pequeño, Grande o Sam en Ægypto son un auténtico encanto.

Y he dejado para el final la joya que estoy leyendo ahora y que parcamente ha hecho que abandone mis otras lecturas simultaneas, se trata de River of Gods de Ian McDonald, es extraño que este libro haya estado en mi estantería durante casi más de un año y que no me haya decidido a leerlo hasta ahora pues vino en un paquete glorioso ( glorioso porque todos los títulos que venían en el resultaron impresionantes) junto con The Light Ages y Ash: a secret historia.

Se trata de una historia de ciencia ficción ambientada en una India futurista, estamos en el año 2047, en apenas las 150 páginas que llevo leídas se han presentado los personajes que componen los hilos arguméntales de la historia que supongo que en supongo que en algún momento se entrelazarán: son Shiv un Gangster dedicado al negocio ilegal del trasplante de órganos, Mr Nandha un policía de Krishna Cop encargado de “excomunicar” a aeis (inteligencias artificiales ilegales), Parvati la esposa del anterior, una chica de campo que se aburre en la gran ciudad y se dedica a cuidar de un jardín de verduras en la azotea de su bloque de edificios, Lisa Durnau se dedica a estudiar simulaciones de vida artificial en entornos evolutivos, recuerda a la vida artificial simulada que aparece en Ciudad Permutación; Thomas Lull antiguo amante de Lisa y que por motivos aun desconocidos a decidido huir de todo el mundo; Shaeen Badoor Khan, consejero del primer ministro de Bharat y que debe de lidiar con el conflicto armado con Awadh al mismo tiempo que trata de encontrar una solución a la sequía que asola Bharat (una de las soluciones es llevar un iceberg hasta Bharat). Najia una periodista que se encarga de entrevistar a las celebridades del culebrón de mayor éxito de la India mientras espera su gran noticia (las celebridades son inteligencias artificiales, claro), Vishram un cómico que de repente se ve como director de la compañía eléctrica más importante de la India cuando su padre decide renunciar al cargo y por último Tal un neutro que de momento solo a aparecido una vez, así que poco puedo contar de él. ¡A si!, el neutro es la tercera condición sexual que se puede elegir mediante ingeniería genética.

La novela opta a los Hugos de este año y espero de verdad que se lo lleve.

¡ah!, también me ha dado por leer unos cuantos Mangas, Monster me está entusiasmando, y las locuras sicodélicas de Uzumaki también, en cuanto acabe alguno de ellos empezaré Nausicä que ya empieza a mirarme desde la estantería.

Y ya termino, a finales del mes pasado me ha entrado la fiebre consumista y aparte de comprarme un precioso iPod de 20 Gb y un móvil nuevo he entrado en el selecto club de los hipotecados a 25 años, afortunadamente son más de 30 metros cuadrados.