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martes, octubre 16, 2007

Ysabel

Guy Graviel Kay comenzó su carrera de escritor colaborando con Christopher Tolkien en la elaboración de El Silmarillion para posteriormente crear su propia trilogía de fantasía épica al más puro estilo Tolkieniano con El Tapiz de Fionavar. No fue hasta la salida de su siguiente libro, Tigana, cuando Kay empezó a desmarcarse de la estructura que seguían en aquel momento la mayoría de las novelas del género para decantarse por un estilo propio más cercano a la fantasía histórica, la estructura de sus novelas a partir de entonces siguieron siempre el mismo esbozo; el autor ambientaba la historía en un mundo imaginario al que dotaba siempre características del mundo real y de la época histórica en la que basaba la historia, así por ejemplo en The Lions of Al-Rassan creo un marco historico para la novela basado en la reconquista añadiendo ciudades y personajes que podían pasar muy bien como los personajes históricos de la realidad, así resultaba fácil reconocer en las ciudades ficticias a Granada, Córdoba, Sevilla o Jerusalén; equiparar a los personajes personajes ficticios con los personajes históricos en los que se basaban: El Cid, El Rey Alfonso, Doña Urraca, Doña Jimena; o incluso creando un conflicto religioso que también involucraba a tres culturas distintas. Esta forma de contar historias se ha respetado en todas sus novelas hasta Ysabel.

Con
Ysabel donde Graviel Guy Kay ha decidido dar un cambio de rumbo en temática y estilo, ambientando la novela en la zona de la Provenza contemporanea y dotando a la trama de un componente fantástico. Es la primera incursión de Kay en el subgénero de la fantasía urbana.

El protagonista Ned Marriner un muchacho que ha viajado a la ciudad de Aix-en-Provence acompañando a su padre, un famoso fotógrafo, en el último proyecto de éste: una colaboración en un libro donde aparecerán fotografías de zonas históricas de la zona. Durante su estancia en la ciudad, pronto Ned comenzará a sentirse atraído de manera extraña por los lugares históricos de Provenza y a reconocer en los monumentos y esculturas atisbos del propio pasado del lugar. Al poco de conocer a Kate, una joven estudiante neoyorquina de intercambio en la ciudad se topara con un extraño desconocido que lo involucrará en un triángulo amoroso mas fuerte que la historia, o más bien, según avance la trama, capaz de moldear la historia a su alrededor. Un triángulo amoroso cuyos protagonistas son Ysabel un misterioso personaje celta, un guerrero celta y un extranjero griego obligados a repetir su historia a través del tiempo.

Graviel Guy Kay ha cambiado, como decía, su estilo a la hora de desarrollar su historia, en primer lugar es una novela mucho más sencilla en estructura que sus novelas anteriores, a diferencia de sus novelas anteriores en las que se avanzaba en la trama desarrollando varios puntos de vista, en este caso Kay se apoyo únicamente en el personaje de Ned para avanzar en la historia. También el estilo es menos recargado, menos grandilocuente y melancólico que en sus novelas anteriores con lo que quizás el impacto de esta novela en el lector sea menor que la que el autor podía conseguir en sus novelas anteriores, en su lugar, el texto es más fluido y más dinámico, de todas formas, no creo que el autor haya perdido capacidad de evocar sentimientos, sino que más bien se trata de una elección intencionada. No olvidemos que la novela está contada desde el punto de vista de un muchacho de quince años con lo que resulta más creíble dotar a la historia de un estilo más moderno. No obstante lo que si consigue plasmar muy bien el autor en la novela es el sentido de extrañeza, de una historia inmersa en la Historia y que se ha desarrollado durante miles de años que necesita la trama. Estos momentos se consiguen especialmente cuando los personajes del mundo contemporáneo interactúan con los personajes "antiguos" de la trama, Ayuda también especialmente a crear esta sensación la fabulosa labor de documentación que el autor a realizado durante la elaboración de la obra; las alusiones a los mitos y festividades celtas o las descripciones de localizaciones reales del sur de Francia se introducen constantemente en la narración pero nunca aparecen como bloques incluidos que pudiesen retrasar la trama sino que forman un todo con la historia que se esta contando.

Uno de los puntos fuertes que Kay a aportado siempre a sus novelas es la estupenda caracterización de sus personajes haciendo que el lector se sienta involucrado desde el principio con la historia de los mismos, ésto sigue siendo cierto en esta novela al menos con los personajes principales. Ysabel no deja de ser una novela de llegada a la madurez centrada en el personaje de Ned con lo que parece lógico que sea el personaje mejor desarrollado del montón, el personaje de Ned es divertido, quizás por momentos demasiado ocurrente pero aun así creíble incluso en los momentos en los que se enfrenta con el componente fantástico de la trama. El resto de personajes, por obligación están menos perfilados pero no dejan de cumplir perfectamente su función por lo menos en el escaso tiempo que se le dedica en la narración. Aquí hay que mencionar especialmente el personaje de Ysabel que aunque apenas tiene un par de intervenciones en toda la trama Kay consigue que lo veamos como el personaje inaccesible y misterioso que es.

Afterwards, Ned Marriner was to think of April 29 of that year, mostly spent in Arles among Roman and medieval ruins, as the last day of his childhood.
It was an oversimplification; such thoughts always are. But we make stories, narratives of our lives, when we look back, finding patterns or creating them.
We tend to change in increments, by degrees, not shockingly or dramatically, but this isn't for everyone, and Ned had already learned in the two previous, difficult days how he seemed to be different. Most of us, for example, don't see our aunts as a green-gold light within ourselves.

La novela contiene además algunas ideas muy interesantes que quizás podrían haberse tratado con mayor profundidad, la idea de que los personajes fantásticos de la historia hayan estado de alguna manera involucrados en los grandes acontecimientos históricos de la región; que sea la aparición de esos personajes en las distintas edades lo que haga avanzar la historia.

También aparece a lo largo de toda la trama la idea de lo nuevo contra lo viejo: Uno de los personajes que persigue a Ysabel es siempre el extraño, el viajero griego o romano que llega a las costas de un nuevo país, el extranjero, su contrario aparece siempre como el nativo; el personaje sobre el que recae las tradiciones y la cultura original. Esto mismo también sucede con la propia naturaleza de los personajes, Ysabel es un personaje mutable, a lo largo de la historia va cambiando según las características que adopte cuando aparece en la Historia; los personajes que la persiguen, son sin embargo estáticos no cambian como lo hace Ysabel cuando es convocada en una nueva era; esta falta de evolución por parte de los dos pretendientes ayuda también a entender la frialdad que algunas veces desprenden estos dos personajes cuando se enfrentan al mundo real.

Para terminar, se trata de una obra interesante, quizás no sea lo mejor que Kay, yo sigo quedándome con
The Lions of Al-Rassan, puede ofrecer pero aun así contiene algunos momentos de fuerza emotiva comparables a sus mejores obras, es un libro que esta dirigido más a un publico joven que a uno adulto y desde luego destaca por encima de otros libros destinados al mismo tipo de público.

Como nota curiosa, en la narración aparecen un par de personajes pertenecientes a la trilogía El Tapiz de Fionava, Kimberly Ford y Dave Martinyuk, que a los nostálgicos podría hacerles ilusión. Incluso diría que aparece algún que otro comentario velado a la trama desarrollada en la trilogía.

Por cierto, en la página oficial de Ysabel pueden encontrarse algunos enlaces interesantes, una guia fotográfica de la zona de Provenza y una guia de lectura de Ysabel.


viernes, octubre 12, 2007

Orphans of Chaos

John C. Wright ya demostró su versatilidad produciendo dos buenos ejemplos de literatura de género, primero en el ámbito de la ciencia ficción con su trilogía de La Edad de Oro y más tarde en el de la fantasía con La Guerra de los sueños y aunque conceptualmente Orphans of Chaos está más próxima a su serie de fantasía, el uso inteligente de los elementos fantásticos y la inclusión en la trama de ciertos elementos de ciencia ficción hacen que este libro sea muy recomendable para lectores de ciencia ficción que se pudiesen sentir reacios a adentrarse en el mundo de la fantasía.


La historia se desarrolla en torno a cinco adolescentes que estudian recluidos en una férrea institución británica, lo que al principio podría parecer una situación típica en un colegio inglés pronto se descubre que queda lejos de ser normal, para empezar estos cinco protagonistas junto con los profesores y administradores de la propiedad son los únicos habitantes de la zona. La academia parece encontrarse en una zona aislada de Gales flanqueada por una enorme zona boscosa, montañas, el mar y una autopista. Los jóvenes además parecen no conocer su edad ni sus nombre originales (tanto es así que cada uno de ellos decide elegir un nombre seleccionado a partir de los personajes históricos o literarios que conocen), los miembros de la institución además parecen prodigarles una atención muy especial casi rayando el absurdo, no solo en la ejemplar educación que reciben, sino en la atención médica a la que los jóvenes se sienten expuestos diariamente.

Muy pronto en la historia se descubre que los jóvenes, como ya se intuía, no son todo lo normal que parecen pues cada uno de ellos desarrolla una habilidad especial, Victor, el mayor del grupo y el líder parece poder alterar la materia, Vanity es capaz de descubrir (o crear) pasajes secretos, Amelia es capaz de ver y moverse en más de tres dimensiones, Quentin parece ser un hechicero y Collin posee poderes psíquicos.


Aquellos lectores que estén familiarizados con el estilo narrativo que utiliza Wright en su duología de La Guerra de los sueños se encontrarán como pez en el agua leyendo está novela, ya que el estilo utilizado es muy parecido; después de avanzar en el desarrollo de los personajes durante los primeros capítulos de la novela el autor pasa a introducirnos en una exuberante trama llena de sentido de la maravilla y seres fantásticos. Si en El último guardian de Everness y Las nieblas de Everness Wright mostraba sus conocimientos y manejo del mundo de la hadas en este Wright es capaz de desarrollar una historia centrando la temática en los dioses de la mitología clásica griega y latina; pero Wright no nos lo pone fácil a la hora de ir descubriendo los distintos jugadores y la trama ya que no se dedica a situar a nombrar a los dioses por sus nombres clásicos; en lugar de eso utiliza términos oscuros para describirlos o para nombrarlos con lo que resulta a veces muy útil tener a mano un buen libro sobre mitología clásica, en esto último la wikipedia resulta bastante útil. Y dejando a un lado los textos clásicos, los lectores con un conocimiento más amplio de literatura de género podrán apreciar algunas de las influencias de Wright para esta novela como pueden ser Zelazny (la carga de misterio inicial y el descubrimiento de una lucha ancestral tiene similitudes cin la serie de Ambar y recordemos también que Zelazny hace uso de los mitos clásicos en sus novelas Tú, El inmortal y El señor de la Luz) y quizas en menor medida Neil Gaiman ya que este último bebe también de la fuente original que son los autores clásicos.


Wright no se conforma con situar a los diferentes dioses en una trama moderna sino que se inventa su propia cosmología a partir de los mitos clásicos haciendo evolucionar a los dioses y proporcionandoles una historia y un trasfondo propios a veces retorciendo y recreando algunos de los mitos clásicos para darle mayor sentido a la historia.

El autor también realiza un trabajo estupendo retratando el comportamiento de los niños a lo largo de la historia y aunque a veces descoloca un poco ver como unos adolescentes sueltan monólogos impresionantes sobre física o matemáticas
(especialmente complejas las explicaciones sobre múltiples dimensiones que se marca Vanity), también es cierto que cuando interactuan entre ellos o los profesores se comportan como lo que son: chicos de quince años en plena efervescencia juvenil.

En definitiva John C. Wright ha iniciado con
Orphans of Chaos lo que parece el comienzo de una serie muy prometedora capaz de aunar elementos de la fantasía más salvaje con conceptos más propios de novelas de ciencia ficción presentándonos al mismo tiempo unos personajes de lo más interesantes. Además todo eso lo consigue en poco más de trescientas páginas, y eso a día de hoy es toda una hazaña